Alguna ventaja tenía que tener vivir en el exilio, y esta es vivir en el lado correcto del mapa a poco más de una hora de un Alex siempre motivado por la tapia. Demodo que aprovechando un día de tregua con el mal tiempo nos fuimos a Cubillas de Arbas para difrutar de un día de campo.
Después de un café para ver que vía hacimos nos decidimos por "nocches de escuela", una linea evidente y sencilla, sin pasos forzados o raros, la típica vía disfrutona, que no requiere mucho grado y en la que siempre hay algo a lo que agarrarse.
A media vía la tregua con el mal tiempo se rompió, comenzo asoplar un viento fuerte y molesto, el cielo se cubrio de amenazantes nubes, y como el que avisa no es traidor al llegar a la arista cimera nos descargo cinco o diez minutos de lluvia. Luego despejo y pudimos disfrutar de un pincho de tortilla y unpoco de embutido austriaco al pie del coche.
Comienza el verano y con el la temporada de tapia.